domingo, 3 de marzo de 2013

Cuento: ESPERANZAS



         Todo empezó un día, ni muy soleado ni muy nublado. Un día que parecía ser como cualquier otro desde que la guerra entre continentes nos dejó sin alegría ni esperanzas. Los amigos ya no eran amigos, la gente no hablaba co nadie, en fin, un auténtico desastre.

         En el mar que se veía desde mi ventana, se podía ver, no muy lejos, un barco colosal de color negro y de aspecto tenebroso. Normalmente, dede hace tiempo, no había ningún barco, tan solo unas cuatro o cinco barcas pesqueras abandonadas y en mal estado. En el puerto atracó el inmenso buque. Todos pensamos que quizás venía para negociar, pero no, en realidad venía a conquistar nuestro continente, o lo que quedaba de él.

         La población estaba aterrorizada, sin embargo pudios escapar en una barca, sin que el ejército nos viera. Navegamos durante un día. Los suministros de comida se iban acabando poco a poco, y sin darnos cuenta, vimos que el barco negro nos estaba siguiendo. Cayó la noche y todos nos dormimos agotados. Con las luces de un nuevo día vimos que de repente otras dieciséis barcas más, como la nuestra, dañadas por el ejército, nos hacían señas y, entonces supimos que no estábamos solos; se oyó un ruido un poco más lejos y la silueta de un barco blanco, enorme, apareció ante nuestros ojos. Su bandera llevaba con orgullo lo que todos estábamos esperando desde hacía mucho tiempo: “LA PAZ”. Se fue acercando y poco a poco las diecisiete barcas fuimos dirigiéndonos hacia él. De barca en barca nos iban subiendo a bordo. La gente reía y nos abrazábamos.

 La guerra había acabado, la gente de los siete continentes se uniño como los colores del arco iris y las personas de cada barca gritaron al viento una palabra para contribuir a la paz.

 

Adrián Pérez Peñalver. 6ºA