LA HISTORIA DE PAPÁ NOEL
¿Todos os habéis creído que Papá Noel era un hombre mayor, con una barba
blanca, mucha barriga y que repartía regalos el día de Nochebuena a todos los
niños?
¡¡Pues no!! La verdadera historia es esta:
Novan Elmer era un chico muy inquieto que vivía con sus padres en un
gran casa.
Su madre era ama de casa y la
gustaba mucho coser. Todo el día estaba discutiendo con él porque no paraba ni
un solo momento. Pero era un buen estudiante. Su padre era un hombre muy serio,
de profesión carpintero y quería mucho a Novan, pero este solo valoraba los
regalos que le hacían. Pidiera lo que pidiera sus padres siempre estaban
dispuestos a dárselo. Aunque su padre estuviera toda la noche sin dormir, si
Novan quería algo se lo hacía. Novan se estaba volviendo egoísta. Los demás
niños de la aldea nunca iban con él porque le envidiaban y eso a él le gustaba.
Ellos querían lo mismo que él pero sus familias no podían dárselo. Tampoco
quería dejar sus juguetes porque decía que se les iban a estropear. Por este
motivo su madre se enfadaba mucho con él porque ella nunca había tenido
juguetes de pequeña y entendía a los niños de la aldea.
A Novan le gustaba mucho la
música y a su padre le pidió que le hiciera algún artilugio del que saliera
música. Su padre pensó y pensó y con una caja de madera y unas cuerdas intento
contentarle. El ruido que salía de ese invento era tan horrible que sus padres
no podían aguantarlo. Poco a poco fue sonando mucho mejor. Al cabo de unos
meses, la música de esa casa atraía a mucha gente. Su padre, contento con aquel
artilugio, intentó mejorarle y le hizo otro nuevo. Sonaba mucho mejor.
Un día estaba Novan tocando en la calle cuando se le empezaron a acercar
todos los niños de la aldea. Le aplaudían y esto a Novan le alegró. Se había
portado mal con ellos y pensó en lo triste que era su vida, sin ningún juguete.
Llego a casa y se lo contó a su madre. Sus padres se emocionaron porque Novan
estaba cambiando. Su padre se ofreció para hacer muchos juguetes para esos
niños. Trabajo día y noche haciendo juguetes y Novan le ayudó. En sus ratos
libres salía a jugar con los niños que le pedían que tocase aquel instrumento.
Estaban
acabados todos los juguetes. Había que repartirlos pero Novan no quería que le
reconocieran. Por eso le pidió a su madre que le hiciera un traje para
disfrazarse. Escogió el color rojo y le cosió los puños blancos, a juego con el
cinto. Al ponérselo Novan pensó que todavía le reconocerían. Así que se colocó
una almohada en la barriga y una gran barba blanca. A juego le hizo un gorro.
Ahora tenía que pensar en otro nombre para que los niños se acordaran de él.
Escogió la primera sílaba de su nombre y la primera de su apellido. Se llamaría
NOEL. Alegraría a esos niños dándoles los juguetes que sus padres no les podían
dar. Sería su segundo papá. Por eso se llamaría PAPA NOEL.
Los niños de la
aldea querían que llegasen las Navidades porque se lo pasaban muy bien
adornando los árboles y cantando villancicos. Además solo en Navidad comían dulces
muy ricos.
Llegó el día de
Nochebuena y Novan estaba preparado para repartir los juguetes que había hecho
su padre. Esperó a que todos los niños se durmieran y después de repartir los
regalos se fue a descansar agotado.
Se despertó asustado
al oír un gran alboroto en la calle. Todos los niños salían chillando a la
calle enseñando sus juguetes. Novan se sintió muy contento al ver a esos niños.
Desde entonces todos
los días de Nochebuena los niños esperan entusiasmados los regalos que les deja
un señor que firma como PAPÁ NOEL.
Nuria Delgado García 6ºB
Mirala que maja con lo bien que lo hace
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